sábado, 29 de marzo de 2014

Mis sirvientes chinos.

--Tengo dos sirvientes chinos.
--¡¿Pero qué dices?! ¿Quién te has creído que eres? ¡Dos sirvientes, a falta de uno! Y chinos, ¡nada menos! Pero que falta de humildad y que..., que..., que..., ¡racismo! O, mejor, xenofobia...
--¡No, hombre, no! ¡No te aceleres! Que tengo dos sirvientes chinos, sí, pero de PORCELANA.
--¡Aaaah, bueno! Ya me parecía a mí...
--¿Quieres verlos?
--¡Claro! Me encantan las figuras de porcelana.
--Pues mira éste, qué bonito es.




--Sí, me encanta. Sobre todo sus colores. Ya me lo imagino en la consola de la entrada, o en la estantería del salón...
--Míralo por todos lados:



--¡Es precioso! Y, ¿cuánto mide?
--Pues..., 31cm. de alto. Y tiene el sello de autenticidad en la base.



--¡Es verdad! Parece muy antiguo.
--Bueno, no mucho, será de los años 70 aproximadamente. Pero para antiguo mi otro sirviente...






--¡Madre mía! Me parece espectacular..., y es más grande, ¿verdad?
--Solo un poco: 34cm. Pero tiene una porcelana finísima decorada con dragones en azul cobalto sobre blanco. Es una maravilla, mira:













--Sí que lo es. Déjame ver el sello de la base.





--¿Te gusta, eh?
--Me gusta muchísimo. Ya lo veo sobre mi tocador, o en la biblioteca, o...
--En cualquier sitio quedan bien mis sirvientes chinos. Además, si te fijas, verás que los dos son "portadores de la llave", guardianes del hogar, al que darán mucha suerte...
--¡Los quiero!
--Pues ya sabes: eltrasteroantiguo@gmail.com



viernes, 21 de marzo de 2014

¡Por fin la primavera!

Ayer entró la primavera y, como es tiempo de flores, he recordado que tengo rescatados dos cuadros florales maravillosos.
Los encontré en un mercadillo inglés, de domingo por la mañana, que se hace en la terraza de una cafetería mientras se puede tomar una caña o un aperitivo. ¡Mi lugar ideal para una mañana de domingo! ¡Ah, y es aquí en España! En Mojácar, para más señas.
Son estas joyas exquisitas:











Parecen nuevos, ¿a qué sí? Es que están en perfecto estado. Pero los encontré recién sacados de un trastero antiguo, tirados en el suelo sobre una manta, llenos de polvo y mugre: olvidados. Su propietaria, una simpática anciana inglesa, ya no los apreciaba y no tenía en cuenta que eran dos magníficas reproducciones sobre papel de acuarela de dos obras florales de la reconocida autora estadounidense Ruth Baderian, numeradas e impresas en Canadá, fechadas en 1996. Enmarcadas en madera dorada. ¡Las compré inmediatamente!
Su autora, Ruth Baderian,  ha sido premiada a lo largo de su carrera por numerosas organizaciones de prestigio como la Salmagundi Club, Allied Artists of America, Liga Profesional American Artists ', Hudson Valley Art Assn., National Arts Club , Catharine Lorillard Wolfe Art Club. Era miembro de la firma de la Sociedad Americana de la acuarela y ha ganado "El Grumbacher Medalla de Oro". Su obra aparece en los libros, "El mejor de la pintura de la flor", "toque artístico 2" y "Touch Artístico 3". Desgraciadamente falleció el 17 de diciembre de 2010.
¡Otros pequeños tesoros en mis manos!










 Una buena forma de celebrar la primavera. 



Os digo las medidas: ancho 24cm, alto 19cm. Con marco de madera dorada incluido: ancho 33cm , alto 28cm.
¿Os gustan? Ya sabéis: eltrasteroantiguo@gmail.com

jueves, 20 de marzo de 2014

Me gustan los trasteros casi olvidados, silenciosos, llenos de objetos abandonados por sus dueños. A veces esos objetos, que tantas historias tienen que contar, son pequeños tesoros ignorados. A mi me gusta rescatarlos. Me encanta la emoción del buscador, la magia que los devuelve a la vida.
Soy un cazatesoros que tiene un trastero antiguo, lleno de objetos que esperan a alguien para tener otra oportunidad.
¿Queréis verlos?




¡Pasad! ¡Pasad! No tengáis miedo. En un trastero antiguo siempre hay cosas sorprendentes...

Como este original cenicero vintage con forma de flor, en metal plateado, de los
años 70. Cada pétalo se convierte en un pequeño cenicero individual al sacarlo de la flor.



Sorprendente, ¿verdad? ¿Alguien lo quiere? O tal vez, prefiera la antigua lamparita de la abuela, con el cableado original, funcionando y en perfecto estado...


¡Cómo pueden estos objetos morir olvidados en un rincón, o en la basura!
Me siento bien cuando les devuelvo el lustre y el brillo y los muestro al mundo por si alguien se enamora de ellos. Si es así escríbeme sin miedo:
eltrasteroantiguo@gmail.com